La extensión del litoral asturiano es de
unos trescientos cincuenta kilómetros, comprendidos entre los meridianos 4 °, 30'
48" y 6°, 55' 28", longitud 0. Y de Greenwich (0°, 55' 48" Y 3° 20´,
28", longitud 0. del meridiano de Madrid), tomando como extremos la punta de Tina, en
el concejo e Ribadedeva, y la punta de la Cruz, en el concejo de Casropol. Es alta,
caracterizada por lo abrupto de sus acantilados y la carencia de grandes puertos
naturales. Al pie de los cantiles se ofrecen hermosas playas, amplias y abiertas unas,
recoletas otras, de arenas finas y limpias. No hay concejo de la costa que no tenga
arenales famosos y concurridos en el período estival, desde la playa de La Franca
(Ribadedeva) hasta la de Peñarronda o Penarronda (Castropol).
Suele dividirse en dos zonas:. La oriental, del cabo Peñas al límite con la provincia de
Santander, y la occidental, del citado cabo a la ría del Eo. A efectos militares y
civiles depende, hasta donde bañan las aguas en las mareas vivas, del Ministerio de
Marina, que delega su poder en un Comandante Militar, con graduación de Capitán de
Navío, que reside en Gijón -capital marítima del Principado- y en Comandancias
subalternas, llamadas Ayudantías de Marina, existentes en los puertos de Luarca, San
Esteban de Pravia, Avilés, Luanco, Lastres, Ribadesella y LIanes.
Los vientos del cuarto cuadrante, que rolan sobre ella frecuentemente, crean a veces
situaciones difíciles para la navegación y sobre todo para la entrada en los puertos,
muchos de ellos de barra. Las acusadas mareas atlánticas, que suponen un promedio de tres
a cuatro brazas de diferencia entre la pleamar y la bajamar, hacen que muchos puertos
queden en seco durante marea baja y que las barras se empachen con arena, lo que exige
frecuentes dragados. Sus accidentes más notables son, de E. a O., la ensenada de Mendía,
con las playas Mendía y La Franca, el cabo Prieto, cabo de Mar, la ría de Ribadesella y
playa de Santa Marina, punta de la Sierra o de los Caneros, cabo Lastres, Punta y arenal
de Rodiles, ría de Villaviciosa, punta del Olivo, cabo San Lorenzo, ensenada de Gijón,
con la playa de San Lorenzo, el tómbolo e islote de Santa Catalina y el puerto de El
Musel, el cabo de Torres, el cabo Peñas (la paeninsula paesici de Plinio, vértice
septentrional de la costa asturiana), la península de San Juan de Nieva, la ría de
Avilés, playa de Salinas o de¡ Espartal, cabo Vidrias, desembocadura del río Nalón
(ría de San Esteban de Pravia), punta del Espíritu Santo, concha de Artedo, punta
Austera, cabo Vidio, cabo de Busto, ensenada de Luarca, punta del Cuerno, punta Romanellas
o Romanela, ría de Navia, punta Engaramada o Engaramandua, ensenada de Pormenade o
Permenande, cabo Blanco, cabo San Sebastián, golfo de Foz o de las Masmas y ría del Eo.
Numerosos islotes emergen de las turbulentas aguas costeras; así, el Castrón de
Santiuste (frente a la playa de La Franca), el Castro de la Ballota, Castro de la Olla y
Palo de Poo, Almenada, Borizo, La Isla, Erbosa y El Sabín (estos dos frente al cabo
Peñas), La Deva, Rabión de Artedo, Chouzano (ante el cabo Vidio), Fariñón, Cogolla,
Romanellas o Romanela, Illones, Los Picones, Orrio de Tapia, Tapia y Las Pantorgas. Son
conocidos los bufones, como el de Vidiago (Llanes), simas tierra adentro que, comunicadas
con los acantilados. lanzan al aire agua de mar por aspersión a causa de los embates de
las olas; del resoplido que producen toma origen la onomatopeya que los designa.
Abundantes ríos y riachuelos, de escaso caudal aunque constante, llevan sus aguas al
Cantábrico; entre ellos: Deva, Cabra, Novales, Purón, Carrocedo, Guerra o Vallina,
Bedón, San Cecilio, Nueva, Aguarnía o Guadamía, Sella, Acebo o de Vega, Espasa, Colunga
o Santianes, Villaviciosa, España, Ñora, Piles, Aboño, Albares, Raíces (estos dos
últimos en la ría de Avilés), Ferrota, Ferrería, Nalón, Uncín o de Artedo, Esqueiro,
Cabo, Canero o Esba, Negro, Barayo, Navia, Porcía, Muría, To¡ y Eo. La mayoría de
ellos son ricos en truchas; algunos, en salmones. Los más importantes, por su caudal y
longitud, son: el Navia (155,8 km.), Nalón (129,2 km.) y Sella (56,5 km.).
Son concejos costeros, de oriente a occidente, los de Ribadedeva, Llanes, Ribadesella'
Caravia, Colunga, Villaviciosa, Gijón, Carreño, Gozón, Avilés (por ría, puerto y
vocación marinera), Castrillón, Soto del Barco, Muros de Nalón, Cudillero, Luarca,
Navia, Coaña, El Franco, Tapia de Casariego, Castropol y Vegadeo (por su salida al mar).
Las poblaciones costeras resultan apropiadas y muy agradables para el veraneo, por lo que
todos los años se ven muy concurridas, especialmente por el turismo nacional, siendo las
principales: Llanes, Ribadesella, La Isla, Villaviciosa, Tazones, Lastres, Gijón,
Candás, Luanco, Avilés, Salinas, San Juan de la Arena, San Esteban de Pravia, Cudillero,
Artedo, San Martín de Luiña, Soto de Luiiía, Cadavedo, Canero, Luarca, Otur, Puerto de
Vega, Navia, Ortiguera, Viavélez, Porcía, Tapia de Casariego, Figueras, Castropol y
Vegadeo. Dentro de la nueva moda de bautizar las comarcas de interés turístico, al
litoral asturiano se le denomina «Costa* Verde». Existen clubs de regatas o náuticos en
Gijón, Aviles, Luarca, y en otras poblaciones. Todas las playas están bien
acondicionadas para el veraneo y son seguras y agradables, rodeadas de hermosos paisajes
con prados y bosques.
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